sábado, 14 de abril de 2018

TORRE DE RELOJ

TORRE DE RELOJ


Su construcción tuvo lugar en el año 1601 y en sus inicios fue llamada “la puerta del puente”, debido a un viaducto de madera que pasaba por encima del caño san Anastasio, uniendo así la isla de Getsemaní con la de Calamarí (centro).

Esta obra se convirtió en la puerta principal de la ciudad desde 1631 cuando se concluyó el cerco amurallado, años más tarde fue parcialmente destruida por el barón de pointis, y en 1704 fue reparada por el ingeniero juan herrera y Sotomayor quien le agrego barroca y las cuatro columnas toscanas que la adornan, adicionándole además, dos bóvedas laterales a prueba de bombas para el almacenamiento de víveres y municiones.

El conjunto arquitectónico utilizo como base el cuerpo fabricado por herrera logrando en  total una altura de 30 metros. Tomando como referencia la plaza de los coches la bóveda lateral derecha fue abierta en 1803 y 102 años más tarde, por iniciativa del comerciante cubano francisco Balmaceda, se descubrió la bóveda lateral izquierda.

En 1874, se colocó en este alojamiento un reloj que se trajo de estados unidos, y después de 63 años fue remplazado por el actual, importado de suiza, siendo trasladado aquel al templo de torices. En el año de 1888 y por orden de la municipalidad se le realizo una nueva restauración a la torre, esta labor estuvo a cargo del arquitecto Luis Felipe jaspe franco, quien cambio la estructura cuadrada y que solo contaba con dos caras del reloj, por un diseño, octagonal, que presenta cuatro caras de reloj, cambiando visiblemente de un estilo barroco a un estilo gótico.

Esta torre se encuentra construida sobre un lienzo de muralla y constituye uno de los símbolos arquitectónicos más conocidos de Cartagena; diariamente miles de personas transitan por este emblemático monumento, ubicado en pleno corazón de la heroica, y que se podría considerar como la fachada de la ciudad antigua.


Esta construcción se encuentra ubicada entre las plazas de los coches y de la paz, ha sido testigo de los grandes cambios tanto físicos como sociales que ha sufrido la ciudad desde hace más de cinco siglos; siendo en sus orígenes, la entrada de la ciudad de Cartagena. Hoy en día es considerada un sitio turístico de gran valor histórico, el cual ya no es visitado por mercaderes de esclavos, sino por personas de todo el mundo  que se encuentran interesadas en apreciar con sus propios ojos la belleza de esta obra.


Edgar verbel julio, un reconocido guía turística de nuestra ciudad ha llevado a cientos de turistas a conocer esta maravillosa construcción, ya que considera que “la torre de reloj se ha constituido en un símbolo de la parte antigua Cartagena, no solo ante Colombia sino ante todo el mundo entero, aunque el castillo de san Felipe de barajas nunca dejara de ser el símbolo por excelencia de nuestro corralito de piedras, se puede decir que la torre tiene su significado especial y tradicional en la vida cartagenera, desde su construcción hasta nuestros días y por eso vale la pena que todos lo conozcan”.

Con el transcurso de los años esta construcción ha adquirido distintos nombres; luego de llamarse “la puerta del puente” la denominaron “boca del puente”, más tarde “puerta del reloj” y por ultimo “torre de reloj” o “reloj público”; como es conocida en la actualidad. En realidad, lo importante no es el nombre por el que conozcamos o llamemos a este monumento, lo que verdaderamente importa es que sepamos valorar su historia y lo reconozcamos, más que como un simple sitio de encuentro o de paso obligado, como un patrimonio de Cartagena y el mundo, digno y de admirar.